jueves, 27 de marzo de 2008


cuaderno de bitácora





el abad loco dispuso
que todo aquel inconcluso,
el sin raices, el exiliado,
fuera llevado a su presencia
en un plis-plas a todo tardar.


me presenté en taparrabos
y de elixir emborrachado
y le dije en tono suave
que no me dejaba intimar...

y me pensaba para adentro:
"si tu eres abad y estás orate
entonces yo soy otro...
que duda cabe!"