sábado, 2 de febrero de 2008


cuaderno de bitácora

el abad loco dispuso
que todo aquel inconcluso,
el sin raices, el exiliado,
fuera llamado a su lado
en un instante, en un plis-plas...

presentome en taparrabos
y de elixir emborrachado
y le dije en tono suave
que no me dejaba intimar

y me pensaba para adentro:
"si tu eres abad y estás orate
entonces yo, soy otro...
que duda cabe!"